Jueves 31 de octubre de
2013
Ayer fui hacerme la revisión
bucal al dentista (ninguna caries y la enhorabuena por el cambio a la hora de limpiarme
los dientes), una vez acabada la visita y mientras mi padre esperaba para pagar
yo hablé con el dentista, que como sabéis nos conocemos desde hace muchos años,
le comenté lo que me estaba pasando y le propuse ir cada día en plan médico,
nunca mejor dicho, para tener una razón más psicológica si lo podemos llamar así
y tener una motivación ‘tengo que ir porque me están esperando’. Él no se lo
pensó dos veces y aceptó, tras una charla con mi padre nos fuimos.
Hoy después de comer manos
a la obra, tras lavarme los dientes sin pensármelo he bajado a la calle, sin ningún
problema con las dos rampas, ni a la hora de iniciar la marcha he ido hasta el
final del primer tramo como veis en la foto, obviamente me he apoyado en la
pared para dar media vuelta y he entrado en el dentista, tras comentarle a una
de las chicas, que ya estaba al corriente de lo que íbamos hacer, que no había
habido ningún problema he vuelto a salir a la calle de regreso a casa.
La portería del dentista
y la mía son idénticas las hicieron a la vez los dos bloques la única diferencia
es que la mía tiene rampas en los dos tramos de escalera y la del dentista no
pero tiene barandilla donde sujetarme. La
vuelta a casa sin ningún problema.
El primer tramo como sabéis
los que seguís este relato es mucho más corto que el segundo, mi idea es llegar
a hacerlo completo diariamente, pero vamos primero a salir de este bache en el
que nos encontramos desde hace demasiado tiempo y ya iremos viendo.

No hay comentarios:
Publicar un comentario