Viernes 01 de agosto de
2014
Solo llegar Patricia a
buscarme le he dicho que hoy probáramos a bajar ya por la escalera de la
piscina, desde el primer día el último ejercicio ha sido subir y bajar por esas
mismas escaleras y siempre ha ido bien. La impresión de meterte en el agua prácticamente
es la misma pero por lo menos una barrera mas superada, me ha puesto una cosa
nueva en el cilindro que llevo bajo los brazos y como siempre hemos empezado
andar por lo ancho de nuestra zona, primero normal después dando patadas para
estirar las piernas, levantando rodillas.
En el borde de la piscina
hemos hecho el ejercicio que hacemos en el suelo de tumbarme de lado y levantar
la pierna pero de pie y con la resistencia del agua, también ‘dibujar’ círculos
con las piernas la pierna derecha me cuesta menos porque tengo más apoyo en la
izquierda cuando intento hacerlo con la izquierda me cuesta más porque la
derecha se me va.
A partir de aquí horror
Patricia ha empezado a “crear” y cuando me he dado cuenta me había quitado el
cilindro que llevo en las manos y me ha dado una pelota para que tuviese “un
punto de apoyo” hemos empezado andar por lo largo de la piscina y aquí tal y
como pasó ayer una vez fuera del gimnasio cuando salimos a la calle los
bloqueos y miedos han vuelto a salir. El nivel del agua es igual en toda la
piscina (bueno en toda no, pero la zona en que estábamos si), lo que me ha
dicho Patricia es que al no tener pared lo que notaba mas era la presión del
agua, lo he pasado mal sabéis que en este blog quiero ser sincero. A medio
camino hay como si dijésemos una zona de relax con un banco y nos hemos quedado
ahí un rato como el agua te sigue cubriendo hemos hecho un ejercicio de abrir y
cerrar las piernas.
Una vez hemos regresado
al agua Patricia para demostrarme que en cualquier momento ella podría sacarme
del agua me ha cogido de la cintura y sin apenas fuerza me ha levantado. El
agua es uno de los grandes miedos que he tenido siempre, a pesar de todo estoy
contento con todo lo que hemos avanzado en solo tres días.
Para acabar hemos subido
y bajado unas cuantas veces la escalera y la ultima vez me ha dicho que si quería
volver a bajar y le he dicho que si.
Aunque hoy este un poco
desanimado, no todo tiene que salir a la primera, tengo ganas de seguir, la
semana que viene será la última de piscina hasta que vuelva Patricia de
vacaciones.
Podríamos decir que esta
semana hemos empezado a encontrar mis limites (bici, leg extensión, la calle,
la piscina), para poder trabajar con cada uno de ellos y superarlos.
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